jueves, 20 de noviembre de 2014

Entrevista recopilado en la red que me parece muy interesante. No conozco al autor, pero el tema me parece muy interesante, y espero que no le moleste, publicarla en este Blog.

Una opinión más
-----------------------------------------------
Xavier Cantera
Dicen los estudiosos de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación que el 70% de los hogares españoles tenían acceso a internet en el año 2012 y, por otra parte, según Intermón Oxfam, el porcentaje de pobreza se sitúa en el 27% de la población afectando ya a cerca de 13 millones de personas.

¿Serán pobres en todo y, por lo tanto, también en la utilización de las nuevas tecnologías? ¿Serán cada día más pobres porque tampoco pueden utilizar estas herramientas? ¿Va unida la pobreza a la ignorancia por estar privados de esta fuente de información? ¿Las organizaciones políticas sólo hablan para los conectados? 

Ante la ausencia de datos sobre esta pobreza informática en nuestra ciudad podemos pensar que será el mismo porcentaje, alrededor del 30% de la ciudadanía el que está excluido de esta posibilidad de formación e información; a lo cual hay que añadir la advertencia de Cáritas de que ya hemos llegado al 33% de la población en situación de pobreza. ¿Qué más podemos hacer por este colectivo humano excluido, además de darles comida, ropa y casa? 

La globalización se nos presentaba como una oportunidad cuyo principal beneficio era la creación de riqueza y la mejora de las condiciones de vida pero, también, se nos advertía de la ampliación de la brecha de la pobreza, de tal manera que, a principios del siglo XXI, podían coincidir los grandes avances en el ámbito científico y tecnológico, sobre todo con la masificación de las nuevas tecnologías, junto a la persistencia de situaciones de empobrecimiento y de exclusión social.

Es evidente que las personas con menor renta disponible tienen menos acceso y utilizan menos las TIC, como reseña Óscar Iglesias, cuando dice que “la renta se convierte en un factor determinante que provoca dos hechos: la desigualdad de millones de ciudadanos españoles tanto en el acceso como en el grado de utilización y las mayores oportunidades para el resto”, sobre todo para encontrar trabajo. Este colectivo sin conectar tiene menos habilidades, menos formación y, por lo tanto, menos posibilidades de incorporación a la cultura, a la calidad de vida, a la actividad laboral y a la vida social. Porque no se puede negar, como dice Díaz Gómez, que “internet ha facilitado las relaciones sociales, la comunicación y el intercambio de información. Pero aún mas ha alterado, de manera decisiva e irreversible, nuestro modo de vivir y de acercarnos a los demás”. Podríamos copiar la experiencia de los ‘pueblos conectados’, en los cuales sus ayuntamientos ofrecen Wi-Fi gratis a los vecinos en varios puntos de la ciudad durante las 24 horas del día.

Este acceso gratuito a la red se realiza desde los principales espacios públicos de la localidad. Hagamos algo para que no se cumpla la profecía maldita de Margaret Thatcher cuando hablaba de la sociedad de los dos tercios: “para gobernar con éxito se debe ignorar a un tercio de la población, sacrificarle, porque no es necesario para ganar las elecciones y así se estabiliza la sociedad”. De aquellos polvos neoliberales vienen estos lodos de la crisis, estafa y atraco que padecemos, pero unos más que otros. Hasta que se harten los excluidos y nos corran a… ‘Tecnosolidaridad’, una nueva forma de fraternidad e igualdad y también a más formación e información, más libertad, por ejemplo, de opinión.

Llevo unos cuantos Blogs, pero me apetece comenzar uno que tenga como tema la TECNOSOLIDARIDAD

Voy a mostraros lo que significa la tecnología al servicio de la Solidaridad. 

Como profesor de Tecnología siempre tengo un pedazito de mi trabajo para este tema, pero en estos tiempos, es un tema que merece una atención espacial. (Sí, he escrito bien, espacial de espacio, espacial de salir de nuestro trabajo diario, espacial de volar y soñar muy alto). 


Y os dejo la frase que mejor define el trabajo que me gustaría desarrollar a través de este espacio en la red.